2.3.11

28:02:11

El tiempo reptando en el cuerpo,
injertando su ráfaga de aire,
extendiéndose por el interior.
Dentro, muy dentro, las paredes están en plena combustión:
no hay forma de sacar el humo o escupir las brazas.
¿Con qué rostro habré de enfrentar los días?
¿Cómo no derrumbarme sobre el asfalto?
¡Qué ganas de que me robaran las palabras, los sentidos!
¡Qué ganas de que me cambiaran de vida!