En la esquina derecha de pantaloncillo azul *
En nada resulta sorprendente que el equipo de transición de Felipe Calderón haya confirmado que el Estado Mayor Presidencial construyera una réplica de la tribuna de San Lázaro “para un ejercicio rutinario de seguridad”, actividad que hace evidente el aroma a miedo que debe estar respirando Calderón.
Por su parte, y en un afán claro de minimizar la situación Maximiliano Cortázar, coordinador de comunicación del equipo del Presidente electo negó que el equipo de transición haya ordenado construir esta réplica en el deportivo del Estado Mayor Presidencial, y precisó que el futuro Mandatario no ha acudido ni acudirá a ese lugar.
Cortázar también aseguró que Calderón asistirá el primero de diciembre a la Cámara de Diputados, y descartó los escenarios de rendir protesta por escrito o hacerlo en una sede alterna, descatalogando así la posibilidad de un “plan B”
Por su parte el exprecandidato y ahora coordinador del PAN en el Senado, Santiago Creel aseguró que la ceremonia de toma de protesta de Calderón no está sujeta a negociación.
En la esquina contraria de pantaloncillo amarillo*
Tampoco es asombrosa la postura que ha tomado el pleno del Consejo Político Nacional del PRD, al refrendar hace unos días su determinación de impedir la toma de protesta del presidente electo Felipe Calderón, con las medidas y acciones que sean necesarias, dentro de la "resistencia civil pacífica".
Haciendo un llamado a todos los servidores públicos del PRD a acudir al evento y especialmente a los gobernadores. Los consejeros perredistas cerraron filas con miras al acto del próximo 20 de noviembre en el Zócalo de la Ciudad de México, donde el tabasqueño será nombrado "presidente legítimo".
En cuanto al 1 de diciembre, diputados y senadores del sol azteca serán los responsables de "organizar" y valorar los actos que impidan la ceremonia protocolaria, y la dirigencia del partido la encargada de convocar a la militancia a apoyar estas acciones.
Las de la casa
Puestas sobre el ring las posturas de los dos pugilistas, las acciones emprendidas por los grupos que apoyan a los presidentes “electo” y “legitimo” suelen recordarnos a las peleas organizadas en el colegio, en las que uno siempre increpaba al otro sobre lo que le pasaría a la salida de clases y nunca ocurría nada, o nos remite a esas peleas callejeras en las que los contrincantes se enseñan los nudillos para ver quien ha madreado a más gente. A final de cuentas como en estas historias de la infancia, los que hacen más ruido son los que están alrededor y no los protagonistas. El final de este combate se verá hasta el último asalto.
*informaciòn tomada del diario Reforma
