Aniquilado
ciego
mutilado
encerrado en un deshuesadero
de muebles de oficina
observo los días lloviosos,
mares inundando los ojos
fracturan páramos tórax,
tálamos como desiertos
sobre el panorama
la neblina cubre la masa encefálica,
todo me está diciendo: estás
y la realidad es que hace mucho
te desorienté a caminar sobre un mapa de ficciones
donde la cosecha de nosotros ya no puede levantarse
ni siquiera sangre fluye
de esta árida herida vía hacía tus nupcias
ni siquiera las manos frías
ni las corneas estalladas
o el estómago fundido por ríos de alcohol
han de llamarte
nada hay después de lo que no ha de venir
todo es otra vez lo que era
nada
