18.2.06

180205

en el principio fue la espera
el despertar del letargo
amanecer frente a una ciudad que se pensaba eterna
después las horas dentro un vaso de cerveza
las calles donde se pensó habitó el demonio
la sal cubriendo la cama
horas de saturación visual
el placer de obervar duele en las manos
ahora el cansancio y el silencio
Barcelona está distante
Lisboa nos acoge ahora
el final está cerca